sábado, 2 de mayo de 2009

Gastronomia en Bélgica.


Seguramente si pensamos en la gastronomía belga, lo primero que se le vendrá a cualquiera a su cabeza serán las cervezas y el chocolate. Es normal, porque lo hay y en abundancia, y como amante de la cerveza que soy en general, y de las cervezas belgas en particular, os diré que Bélgica es un paraíso en ese aspecto. En cuanto al chocolate, pues exquisito. Los escaparates que pueden verse por las calles de casi cualquier ciudad belga son asombrosos, muchos de ellos, auténticas obras de arte en cuanto a sabor y formas.



Sin embargo, la comida en Bélgica es algo más que chocolate y cerveza. Allí es muy clásico el pescado y marisco y las patatas fritas. Quizás el plato que más vi, tanto en las cartas de los restaurantes y bares, como en las mesas de los turistas que allí comen, fueron los mejillones (moules). Unas ollas llena de mejillones que te ponen por delante junto con un acompañamiento de patatas fritas (frites). Y es que las patatas fritas las encontrarás por todos lados, tanto en restaurantes como en puestos ambulantes donde podréis comprar cucuruchos de patatas con diferentes salsas.

Si lo que queréis es una comida rápida, estos tenderetes además os ofrecen arenques, jamón y queso, y salchichas. Precisamente, los arenques, junto con las sardinas y las anguilas suelen formar parte de la habitual gastronomía belga. El pescado seco allí se conoce como scholle.

Un buen menú completo en Bélgica suele estar formado por una sopa (soupe); una entrada (entrée) a base de pescado o marisco; un plato fuerte (plat de résistance) que suele ser de carne con patatas y verduras, y un postre (dessert).



Pero ¿qué comer en Bélgica? ¿cuáles son sus guisos más típicos? aquí tenéis una relación de platos que podréis encontraros por los restaurantes y bares belgas:

Primeros platos
Marmite ménagère: caldo de ternera con verduras y trozos de carne
Potage brabançon: guiso de cebollas y col con leche y yema de huevo
Soupe malinoise: sopa con lechuga, coliflor y patatas
Entradas
Fondue bruxelois: croquetas de queso
Croquettes aux crevetes: croquetas de gambas (suelen comerse en Ostende).
Tarte à fromage: pastel de queso
Fricassée liègeoise: huevos con jamón o tocino, al horno.
Moules complet bruxelois: mejillones en salsa
Platos principales
Carbonade flamande: estofado de carne con verduras y cerveza
Waterzoi: pollo cocido con verduras y puré de patatas
Choesels: tripas cocidas de buey con cebolla y cerveza (típico en Bruselas)
Boudin blanc et noir: embutidos variados (típico en Bruselas y Lieja)
Anguiles au vert: anguilas en salsa verde con vino blanco
Civet aux pruneaux: salmorejo de conejo con cebollas y moras
Lièvre á la bruxelloise: conejo macerado en chocolate
Jabalí de las Árdenas
Postres
Cramique: pan dulce con leche y huevo
Gaufres: masa fría con nata montada y vainilla
Crepes o Pannekoeken: masa frita
Dulces de arroz (típico en Lieja)
Gosette: pastel relleno de miel
Ciruelas al sirope: típico en Limburg.
¿Qué beber en Bélgica?

Cerveza. Así, con todas las letras. Bélgica es el paraíso de las cerveza con varios cientos de marcas distintas. Las más reconocidas internacionalmente son las cervezas de abadía, pero especialmente, yo os recomendaría las cervezas trapenses, de las que sólo hay siete marcas en el mundo, y seis de ellas son belgas. Os recomendaría que probarais la Chimay Azul entre éstas últimas, pero si buscáis una cerveza más ligera y refrescante, podéis probar una de las más conocidas en el país, la Duvel. Cada ciudad suele tener la suya propia, y alguna que es típica en todos sus bares y restaurantes, como la Aerts en Bruselas o la Blanche de Brugges en Brujas.



En cuanto a los vinos, éstos suelen ser importados de Francia, puesto que la producción en Bélgica es bastante baja y poco conocida.

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